La Ropa de Paca: Un Fenómeno Global que Viste a una Generación Mexicana
Gen Z, Retos de las Marcas Nacionales, Capitalismo y Consumo Desmedido.
El consumo de ropa de paca ha dejado de ser una opción marginal para convertirse en una de las principales fuentes de vestimenta para gran parte de la población mexicana, en especial para la Generación Z. Esto no es solo un reflejo de una moda retro o la fascinación por lo vintage, o la manifestación de la nostalgia, sino que responde a un fenómeno mucho más complejo y profundo, relacionado con la economía global, el consumo desmedido de países desarrollados (cof. cof. Estados Unidos, la cuna del capitalismo) y la situación económica de México. Como diseñadora de moda mexicana y fundadora de Flavante, una marca de slow fashion dedicada a la moda sostenible, puedo entender desde ambas perspectivas lo que este mercado significa. Antes de crear mi marca, fui lo que se llama por acá en México “neni” y también vendía ropa de paca cuando estaba en la preparatoria, que este trabajó me permitió conectar con lo que realmente quería hacer: Producir moda nacional, por que en la ropa de paca, la ropa hecha en México esta lejos de ser una constante. Toda esta experiencia me ha permitido ver este ciclo desde el corazón de su funcionamiento.
El Origen Global de la Ropa de Paca
El viaje de la ropa de paca comienza en los países desarrollados, particularmente en Estados Unidos y Europa. Allí, el consumo masivo de ropa, impulsado por el fast fashion y la obsolescencia percibida, genera toneladas de prendas que rápidamente dejan de ser usadas y son donadas con la idea de que "servirán para quienes lo necesiten". Sin embargo, solo una pequeña fracción de esas donaciones llega a obras de caridad. Gran parte de esa ropa termina siendo vendida en grandes lotes a intermediarios que la distribuyen en Latinoamérica, donde es revendida en mercados y tianguis como "paca" (SCMR)(Tech in Asia).
Este ciclo es parte de la economía informal que mueve a México y otros países en desarrollo. La ropa de paca entra al país a través de canales de importación informales, lo que permite que se venda a precios bajos en mercados locales. Este fenómeno ha sido estudiado en relación con las economías transfronterizas en el norte de México, donde las mercancías ilegales o informales, como la fayuca, han moldeado las dinámicas de consumo y producción local (Tech in Asia).
La Generación Z: Consumo Económico y Necesario
Para la Generación Z, el acceso a ropa nueva y de calidad es complicado, pues la mayoría enfrenta dificultades económicas importantes. Los bajos salarios y la falta de oportunidades laborales han hecho que esta generación busque soluciones prácticas para vestirse, y la ropa de paca ofrece exactamente eso: piezas accesibles a un precio mucho más bajo que las opciones de moda nueva. Este fenómeno también está influenciado por el deseo de consumir de manera consciente, pues la moda de segunda mano tiene un menor impacto ambiental en comparación con la ropa nueva y para el GEN Z es importante la sustentabilidad, pero hasta cierto punto…. Pero eso es para otro texto. (Investment Monitor)(SCMR).
Sin embargo, aunque la paca parece una solución económica viable, es necesario reconocer que también está ligada a un ciclo de sobreproducción global que refleja las desigualdades entre el norte y el sur global. México, como receptor de estas prendas, se convierte en el último eslabón en una cadena que comienza con el consumismo desmedido de países más ricos(SCMR).
El Reto para las Marcas de Moda Nacional
Desde mi perspectiva como diseñadora de moda, y como alguien que fue neni durante varios años, entiendo de cerca cómo funciona la economía informal en México. Las nenis juegan un papel crucial en la economía mexicana, especialmente en tiempos de crisis económica, ya que operan fuera del sistema formal y, a menudo, son las principales proveedoras de sustento para sus familias. Las mujeres que venden productos a través de redes sociales o en tianguis son, en muchos casos, el motor económico de sus comunidades(La crisis del modelo ma…).
Cuando decidí fundar Flavante, mi objetivo era ofrecer una alternativa sustentable y nacional basada en la moda ética y el upcycling, pero también era consciente de las dificultades a las que me enfrentaría. Las marcas de slow fashion como la mía tienen costos más altos debido a la producción ética y al uso de materiales de calidad. Soy consciente de que muchas de las personas que compran en Flavante deben ahorrar durante meses para poder permitirse una prenda, lo que refleja las dificultades económicas de la mayoría de los mexicanos. (Y es algo que desde lo más profundo de mi corazón, agradezco btw.) Mientras tanto, las grandes marcas de fast fashion, como SHEIN, inundan el mercado con ropa extremadamente barata, respaldada por estrategias de marketing digital agresivas y el uso de influencers para captar la atención de los consumidores mas vulnerables de ser persuadidos.(Investment Monitor)(Euromonitor).
La Ropa de Paca como Reflejo de la Desigualdad Global
La ropa de paca no es solo una cuestión de moda, es un reflejo del capitalismo global y sus efectos sobre las economías locales. La ropa que alguna vez fue considerada de "segunda mano" ahora es una alternativa común para la mayoría de los mexicanos. Sin embargo, no debemos olvidar que este fenómeno está impulsado por un sistema en el que los países desarrollados exportan sus excedentes a los países en desarrollo, perpetuando un ciclo de desigualdad económica(La crisis del modelo ma…).(Tech in Asia).
Soluciones para un Futuro Sostenible
El desafío que enfrentan las marcas de moda mexicana no es sencillo, pero hay soluciones que podrían ayudar a equilibrar el mercado y promover un consumo más consciente:
Educación sobre Consumo Responsable: Fomentar un cambio cultural en los hábitos de consumo es crucial. Las marcas y los consumidores deben entender el impacto ambiental y social de sus elecciones, y la moda sustentable debe ser vista como una inversión a largo plazo, no solo un lujo para unos cuantos.
Incentivos para la Moda Sustentable: El gobierno podría implementar subsidios directos para las marcas de moda mexicana que promuevan la producción sustentable y ética. Actualmente, producir moda con prácticas justas eleva los costos, lo que complica competir contra marcas internacionales que operan con costos de producción extremadamente bajos. Sin embargo, con subsidios específicos o incentivos fiscales que reduzcan la carga impositiva a empresas que cumplan con criterios de sustentabilidad y trabajo ético, sería más fácil para estas marcas posicionarse en el mercado local y con suerte; en el mercado global.
Además, los programas de financiamiento con tasas de interés preferenciales para emprendimientos nacionales, especialmente aquellos que impulsen el trabajo artesanal, podrían fomentar el crecimiento de marcas de slow fashion, como Flavante, y otras marcas mexicanas más en un entorno más equitativo.
Conclusión
La ropa de paca es un fenómeno complejo que refleja tanto las desigualdades económicas globales como las necesidades locales de una generación que no puede permitirse moda nueva. Como diseñadora que ha trabajado en ambos lados del espectro —vendiendo ropa de segunda mano y ahora produciendo moda sustentable— puedo ver de primera mano cómo este ciclo afecta a las marcas mexicanas y a los consumidores. Solo con conciencia social, regulación y apoyo a las marcas locales que esta pedrada va más para el gobierno principalmente y después para los individuos ya que solo así podremos encontrar un equilibrio entre la necesidad económica y un consumo más responsable, la economía mexicana no podrá crecer y se conservará siendo mano de obra barata mediante el proceso de “tercerización” método de trabajo que manejan actualmente las empresas internacionales que invierten en México, a menos que el gobierno y la gente le apueste por invertir su consumo en empresas más sostenibles, sustentables, innovadoras y progresistas.